La puerta del paraíso es de oro ribeteada de azules, permanece cerrada
como una incógnita.
Atrae de lejos y de cerca deslumbra.
Sus dos aldabas son pendientes labrados, y al llamar suenan a vacío sin eco.
Si la besas está fría, si la tocas, quema.Inventé la puerta del Edén en Rabat o en Isfaján, no me acuerdo.
arena esculpida con pisadas todavía frescas.
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Foto que disparé en Rabat. Más imágenes para poner palabras donde Tèsalo: http://tesaloespaciosegundo.blogspot.com/
13 comentarios:
Natalia...una puerta como esta sin dudas, ha de tener el Paraíso. O tal vez sea la del infierno que nos tienta para entrar, con sus atractivos de encanto y belleza...habrá que meditarlo, jejjeeje
un abrazo.
No abras nunca una puerta así: está solo para ser mirada.
Colores atrayentes como ningunos. Mejor la miramos desde afuera, como dice Pedro... lo que sucede dentro no nos concerne, al menos todavía.
Besito, templà!
También sería esta puerta digna de abrir el paraíso, como las que llamó por ese nombr Miguel Ángel a las del Baptisterio del Duomo de Florencia, de Ghiberti; y da igual que esté en Rabat o Ispahan.
Aprovecho para despedirme por un tiempo, Natali, pues con las vacaciones me refugio en la playa sin saber nada del mundo informático (blogs, internet...). Nos volvemes a vr en septiembre. Que tegas un gran verano. Un abrazo.
si se trata de la Puerta del Paraíso, bien podría estar abierta en lugar de cerrada. De todas formas, es un portón precioso. Seguro que encierra grandes tesoros.
Un abrazo, amiga Natàlia.
Antonio
¿Es tras esa puerta donde se esconden las huríes? ¡Por eso quema!
Bellísima foto, querida natalia, eres una maga de la cámara. Besos.
Nuevas pisadas frescas vamos sumando. Solo llegan cerca, la mayoría se retira sin siquiera golpear.
un fuerte abrazo
Nada más sugerente que las puertas cerradas, semicerradas, ¿abiertas? La tentación de las aldabas como zarcillos de arte es mucha, el color, el diseño, la sensualidad que se manifiesta en el frío y en el calor de un ser vivo... uh, un mundo entero detrás, una imagen reflejada quizás del exterior, ¿cuál es el exterior y cuál el interior? De repente, me he perdido en el jardín de senderos que se bifurcan, como las historias de Borges.
La fotografía es increíble. Besazos.
Alabada tu imaginación, Dama Natáli! “Ni por temor al infierno, ni por la recompensa del paraíso te adoro, sino simplemente porque eres digno de ser amado”, decía Rābi‛a al-‛Adawiyya (m. 801), una de las primeras mujeres sufíes de la historia.
Esta puerta del paraíso es magnífica e invitadora a través tuyo.
Un abrazo guapa!
Natàlia, que no te falta nunca la inventiva. Nos haces disfrutar con tus entradas siempre.
No he podido entrar antes porque me fallaba no sé qué en mi blog, pero aquí estoy de nuevo, recreándome.
Mil besos
La puerta es muy bella, pero no se si tanto como lo que encierra. Yo estoy acostumbrada en mi ciudad a puertas de ese tipo que esconden autenticas maravillas.
Besos diosa
Espero que estés muy bien
Este azul representa el firmamento y el dorado el sol.
Paraiso, por tanto y luz divina. El arco, un amplio abrazo. Las maneras geometícas, Palabra.
Tésalo
Bellisima puerta, amiga... Bellisima...
Un abrazo, Natalia
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