15 de octubre de 2012

La luz en la pulcritud del espacio.



                       Vilhelm Hammershøi - Carl Theodor Dreyer
Foto C.T. Dreyer 

El CCCB (Barcelona) presentó entre el 26 de enero al 1 de mayo 2007, la exposición Hammershøi y Dreyer que, por vez primera, reunía la producción de dos de los artistas daneses más universales de todos los tiempos: el pintor Vilhelm Hammershøi (Copenhague, 1864–1916) y el cineasta Carl Theodor Dreyer (Copenhague, 1889–1968).
Su presentación de los dos artistas:

Vilhelm Hammershøi (Copenhague, 1864 – 1916) es un artista que crea un estilo personal, fuera de las corrientes del momento. La obra de Hammershøi se circunscribe a unos pocos motivos pictóricos: los interiores urbanos de las estancias donde vivió; una mujer solitaria, normalmente de espaldas, en un espacio doméstico; los retratos de familiares y amigos, algunos edificios monumentales de Copenhague y Londres, y los paisajes de la isla danesa de Selandia. Estos motivos insistentes crean una atmósfera misteriosa, en la que no hay acción aparente, y esta inmovilidad es una de las claves de su fascinación. La escala de colores de Hammershøi está dominada por los tonos grises, que en su paleta adquieren una extraña profundidad. Es uno de los pintores que ha sabido expresar mejor el tiempo de la soledad y la corporeidad de la luz.

Carl Theodor Dreyer (Copenhague, 1889 – 1968) es un cineasta que dirigió películas en las que se depura la plástica de la luz y la sombra y que se caracterizan por la búsqueda infatigable de verdades espirituales y de la belleza. A lo largo de cuarenta años filmó películas tanto mudas como sonoras, entre las que podemos mencionar El Presidente ( Præsidenten , 1918), Michael ( Mikaël , 1924), El señor de la casa ( Du skal ære din Hustru , 1925), La Pasión de Juana de Arco ( La Passion de Jeanne d'Arc , 1927), Vampyr (1932) y Días irae ( Vredens Dag , 1943). El 1955 Dreyer ganó el primero premio del Festival de Cine de Venecia con la película La palabra ( Ordet ). Su último film, Gertrud (1964), es muy controvertido, pero le valió el premio danés Bodil a la mejor película del año. Hoy en día es considerado uno de los diez mejores filmes de la historia del cine.

1-Hammershoi- 2-C.T. Dreyer: Mis impresiones

1-Esos personajes de espaldas, evocan a Caspar David Friedrich (1774-1840), también algunas de sus luces misteriosas. La mujer leyendo una carta, tema que se repite, nos lleva a Jan Vermeer (1632-1675), otro captador de luces matizadas. Los elementos, personas, objetos, interiores, paisajes, situados en espacios casi desnudos, de una severidad nórdica, están presos en la quietud ensimismada. Atmósferas pulcras, envueltas en tonos fríos o ténuemente cálidos, nos llevan al ascetismo luterano, a un universo que contiene un vacío sugerente. Puertas, ventanas abiertas a sueños y silencios, soledad, misterio.

2-Dreyer en sus films nos introduce en esos escenarios pulcros, severos, y a través de la fotografía en blanco y negro, con la luz como lenguaje sutil, nos estremece, logra que creamos en los milagros (Ordet), consigue implicarnos en su mundo de incomunicaciones, fanatismos, también pureza límpida, inocencia, belleza. La influencia del pintor en el cineasta resulta patente. ¿Acaso la obra del director de cine sueco Ingmar Bergman (1918-2007), no bebe, en algunos aspectos, de la estética de Dreyer?  

La mayor parte de la obra de Hammershoi está en el Museo Ordrupgaard en Copenhague. Se le dedican en los mejores Museos del mundo, exposiciones y muestras. 
De la extensa filmografía de Dreyer cito y recomiendo las obras que conozco: La pasión de Juana de Arco-  Vampyr- Dies Irae-Ordet.
Os dejo con algunas obras de ambos que he seleccionado.
Primera imagen; aspectos de la paleta de Hammershoi
Obra de Jan Vermeer,1657

Obra de Kaspar D. Friedrich, 1822

C. T. Dreyer
1
2
 1, 2: "Vampyr", 1932
1, 2: "Gertrud", 1964
"Dies Irae", 1943
1
2
1, 2: "Ordet", 1955
"Escenas de un matrimonio" de Ingmar Bergman, 1973
 
Mi amigo Rodolfo, del blog JAVIERAZUL me ha dedicado una entrada muy especial, él es artista delicado y poeta, espero que le complazca este tema que le ofrezco con mi agradecimiento y cariño.

20 comentarios:

MORGANA dijo...

Natalia ,he de decirte que no conocía sus obras y me han hechizado.Ese halo de misterio que destilan sus obras me parece envolvente.
Besitos

Matices dijo...

Siempre me ha gustado Vilheim, de mis favoritos, el trato de la luz que da es especial lo envuelve todo con un halo de misterio o a veces a mi me ha dado mensajes de tristeza, melancolía.. Es curioso como según se traten los colores y su luminosidad en la obra los mensajes pueden cambiar.. No conocía el tratamiento de la luz de Dreyer y es cierto que recuerda.
Bonitos homenajes los que hacéis ambos, y yo aquí en butaca de lujo disfrutando...
Besos!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

La luz es la base del arte plástico.
Qué maravilla de exposición.

emejota dijo...

Gracias mil por esta entrada, es un verdadero disfrute, sobre todo para alguien que disfruta muchísimo "jugando" con los espacios y la luz, a mi humilde manera. Estas imágenes son arrebatadoras. Bss.

FIBO dijo...


En el tema de la pintura soy un negado… La composición, los pesos visuales, los centros, los arribas o los abajo, los ejes, el equilibrio, las líneas, las tensiones, las texturas, formas y color… eso es para mí algo desconocido, yo miro, remiro y me digo…me gusta o no me gusta. No veo más allá.

Las que has colgado, algunas me gustan y otras no.

Un besote preciosa Natalia.

MORGANA dijo...

Gracias siempre a tí.
Besos.

balamgo dijo...

Es una entrada magnífica. El tema de la luz es colosal, excelente en la obra. Me alegro que los hayas puesto, pues a ninguno de los dos conocía.
Un abrazo.

P MPilaR dijo...

Me quedo con la luz impresionante.
Y con el misterio de todos los enfoques.
De todos modos, es más que suficiente con la maravilla que nos ofreces. Fascinante el muestrario.
Un descubrimiento, Dreyer y cómo trata la luz.
Enhorabuena, Natalia
Abrazos

Isabel Barceló Chico dijo...

Una selección exquisita, querida natali. Gracias, gracias y gracias. ¿Y no te evoca esa soledad a Hopper? Besazos, guapa.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

"captadores de luces matizadas"...me encantó esa definición!
=)

un abrazo

PACO HIDALGO dijo...

Me ha encantado el post, Natali, especialmente la pintura de Hammershoi, que no le conocía. Es verdad todo lo que dices, es un de la luz, del espacio o el tiempo detenido, de los pequeños matices de las cosas y las personas, con lienzos simples y limpios, con pocos personajes y objetos, intentando captar un momento, un pasaje, una luz que incide en ese instante concreto. El parecido de estos cuadros con los de Veermer y toda la escuela interiorista holandesa del XVII es evidente, de cuya línea es heredero también Hooper, ahora tan de actualidad. A partir de ahora me interesaré más por la filmografía de Dreyer. Abrazos miles desde el sur.

Juan Carlos Celorio dijo...

Buen artículo, esa luminosidad es también muy nórdica, ¿verdad?, refleja esa especie de pesimismo o fatalismo que reflejan muchas obras realizadas allí.
Besos, me gustó aprender.

San dijo...

Que belleza, esas imagenes tenues, inspiradoras, blancos y negros dando profundidad, precioso realmente.
Un abrazo Nátali.

Ío dijo...

Me gustan sobre todo las mujeres de espaldas, las encuentro enigmáticas, y los dos árboles también.
Una entrada muy ilustrativa, Natàlia, un placer aprender y saber nuevas cosas.
Abrazos y gracias por tus palabras.
Cariños, guapa¡¡

Ío

José Vte. dijo...

Estupenda entrada Natalí. Estas imágenes son de una belleza impactante. No conocía a Vilhelm pero sus obras son increiblemente límpias y delicadas, ese empleo de la luz y el espacio impacta.
A Dreyer si que lo conocía de su trabajo de director de cine, en mi juventud en los cineclubs y luego en la filmoteca era imprescindible. En todos los libros de historia del cine es muy valorado por sus obras tan serenas y los geniales y vanguardistas primeros planos.

Un abrazo

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Natàlia,

Como bien puedes suponer, mis conocimientos de Arte y de Cine dejan mucho que desear, seguramente porque nunca tuve durante mi formación a ninguna profesora como tú, ni a ningún profesor como el amigo Paco Hidalgo.

No obstante, cuando voy a un Museo o alguna exposición tan exquisita como la tuya presente, yo me dejo llevar, y también disfruto a mi manera.

Eso es lo que me ha pasado cuando he recorrido este paseo que nos ofreces con un pintor y un cineasta. Si me permites que opine, tengo que decirte que te has superado a ti misma, y que en esta entrada he reconocido a la auténtica Natàlia, la que se emociona ante una obra de Arte, porque de ello entiende como la que más y tiene la sensibilidad bien cultivada.

Despúes de leer lo que ha escrito el amigo Paco Hidalgo, yo es que ni siquiera me atrevo a abrir la boca, porque el sentido común me aconseja estarme calladito al encontrarme en presencia de dos eminencias, de dos "monstruos" -en el mejor de los sentidos- del Arte.

Siempre me queda el consuelo de que mi parte femenina, que es Ana, de Arte entiende un montón y también de Cine.

También me pasa que a veces me hago pesado con ella, porque, cuando está viendo alguna película, yo la interrumpo con alguna pregunta sobre la misma, pregunta que cualquier persona de mediana inteligencia y algo entendida en cine no tendría necesidad de hacer. Pero ¿qué le vamos a hacer? Su paciencia es casi infinita.

Te envío un gran abrazo, amiga mía, y te sugiero que nos regales más paseos artísticos como éste.

Antonio

Juji Mogar dijo...

Es perfecto. Entrar en tu espacio, es siempre un deleite, un día fantasía, otro enseñanza. El valor de la cultura sin precio. Eres una buena maestra, mi querídisima Natalí.
Muaks y requetemuaks!

rodolfo dijo...

en casa tenemos una educadora. Sois especiales. Ya los jueves arrastráis el alma de puro agotamiento.
impartir conocimientos es una bellisima labor de siembra. Jamás se me olvidarán los nombres, y las caras de esos profesores que marcaron mi vida haciéndome expandir mi alma con el conocimiento que ellos me impregnaban .
Gracias por recordarme Un beso

Susana Peiró dijo...

Mis ojos y espíritu ¡agradecidos!
Un verdadero desfile de obras, cada cual más estupenda y muchas, desconocidas para quien te escribe. Sería largo, Querida Amiga, contarte mis impresiones acerca de cada trabajo, sí decirte que “Ordet” (1955) me conmovió profundamente. Hay algo en ese cielo y en la postura determinada del joven que sube los escalones, que me roba la vista. Quizás se trate de la cima ¿una promesa? que no se termina de vislumbrar…
¡Muchas Gracias por compartir la exposición de Hammershøi y Dreyer y por incluir a Vermeer (me fascina!)
Mi abrazo con todo cariño, guapa!

Alfredo dijo...

No conocía la obra de este pintor y la verdad es que me ha gustado mucho. Magia en los pinceles.

Un abrazo!!