Ocho micro-relatos calurosos o no tanto.
Qué calor la nieve que abrasa la saliva del amante abandonado, exhausto de espera y de memoria está en el centro de la isla polar, leones marinos arrastran su cadáver por los túneles azules del olvido.
Qué calor esa gota que resbala muy lenta por el escote entre los dos pechos, y qué frío deleitoso, esa otra gota, desprendida de un cubito de hielo, siguiendo el mismo camino.
Qué calor ese que ninguna aspa de ventilador o condicionado aire mitiga, danza un bolero caliente y serpentino en la larga cola, donde las manos sudorosas esperan turno, paradas.
Qué calor al apretar el gatillo o al inyectar el veneno, siente el verdugo, perlada la frente. Por suerte mañana libra…no es trabajo para los calurosos.
Qué calor en la cumbre de cumbres, ebrio el aliento de gloria y esfuerzo, no se nota el frío en los párpados cuando se culmina lo más alto y se toca a Dios y se le hace cosquillas o preguntas, desde el limitado techo humano.
Qué calor indigna y vence al labrador, al cazador, al pastor viendo morir los rebaños, las presas, la cosecha, los hijos, mujeres, los no nacidos, los viejos, ancianas, en un paisaje ignorado por aquel sueño o Dios llamado lluvia ¡Preciosa gota de agua! en la reseca palma de su mano.
Añoraré el calor en invierno, en verano el frío. Pero calores y fríos convienen a la temperatura humana, otoños y primaveras son la placidez que nos evoca los extremos, el fiel de la balanza. Sabia natura, nacimos dúctiles, adaptados por genética a los ciclos ¿lo olvidamos? Veo a las gaviotas volar, unas tocan mi ventana, las otras van tan alto que calculo la lejanía de las nubes por el dibujo de sus siluetas. Calor o frío, templanza, siempre vuelan las gaviotas.
El calor de la amistad es tibio, ilumina, nunca quema, pero hay que soplar las brasas para que permanezca encendida.
No me permite don blogger hacer virguerías, ni poner la letra que me dé la gana ni... Aquí dejo constancia que para calores donde la amable e irrepetible María José !qué caló! |
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31 comentarios:
Ocho joyas diría yo y aquí me tienes, vengo a soplar un poquito para que no se apaguen las ascuas aunque te advierto que las nuestras no necesitan ya de soplidos para encenderlas que arden muy cálidas ellas, y ya que estoy voy a abusar de tu amistad mi Diosa gatuna y te voy a pedir el cubito de hielo para mi jueves, ;P, es que viene de perlas, jajaja, aisss, lo se, lo se, mira que me gusta a mi enredar, jajajaja, miles de besossssssssssssss
Agggg y si es posible quita en los comenarios lo de confirmar que no soy un robot que es un fastidio!!!, más besossssssssss
El calor en este norte nuestro nos visita lo justo, tal vez con alguna escasez, pero por eso cuando llega lo recibimos con una mezcla de alegría y de certeza en que ha venido únicamente para volver a dejarnos en la frontera de la melancolía otoñal.
Siento no haber podido compartir estancia norteña.
Un beso!!
!!Hola,Natalia!!
Preciosos,micro-relatos.
La amistad hay q alimentarla como alimentamos nuestro cuerpo,sino se hace muere por inanición.
Un post esplendido,muchos besos,Natalia.
Pero bueno, Natalí1...un manojo de bellezas!
De todos, me encantaron varias:
la del escote,la de las cumbres, la de la sequía, el texto de contrastes complementarios entre el frío y el calor...
Y el de la amistad, broche final con la calidez justa para este nuevo encuentro juevero...
Un abrazo enorme!
=)
A mi mi querida Nátali, también me gustó como dice Neo el del escote y cubito, una buena diferencia;aunque yo ahora seguramente prefiero el cubito.
Lo de la amistad está claro, sino cuidas las brasas, éstas se apagan.
Cuando llegas a la cumbre y tocas casi a Dios, seguro que el calor no se nota.
Verdadera poesía en tus relatos
Un abrazo
Concuerdo con las chicas en que me gustó especialmente la del cubito ... . Aunque todas las microhistorias están buenas y muestran que somos seres regidos por la temperatura. El calor para las emociones fuertes, el frío para la melancolía y el desgano.
Un beso Sirena de aguas cálidas
A mí, me llenan de colorcito tus letras (con el frío que hace aquí, se agradece de corazón)... la calidez con que relatas, mujer! Esas instancias donde el calor es el protagonista y la vida se entreteje en torno a él (o lo va tejiendo para hacerlo, vivo o extinto).
Una preciosidad de entrega juevera, a la que se suma, ese último párrafo que hace mención a la amistad -y qué razón tienes- lo importante que es mantener ese soplo para que la llama de nuestras querencias nunca se debilite.
Besitos al vuelo:
Gaby*
Los ocho, me quedo con los ocho. Que delicia, así que venga el calor que tenga que venir.
Un abrazo.
Entre verdades y realidades, los ocho se hermanan, para deleitarnos con tanta lindura.
Y comparto firmemente que no hay nada mas lindo que el calor de la amistad, que se templa según las circunstancia.
Un abrazo cálido.
Eso digo yo siempre, a los amigos hay que mimarlos porque la amistad es algo muy ligero o muy fuerte si es real. Un mimito, compi.
Una maravilla de calores los tuyo, no puedo escoger, los quiero todos... auqnue ese calor de la amistad qué razón tienes!
Besitos.
Tampoco yo sé con qué quedarme.
Mucha y buena tarea dejas hoy. Son ocho micros que cada cual tiene lo suyo y lo suyo es mucho, tema, mensaje y forma.A la feina: el 1 es muy bueno, tiene unas evocaciones que me encanta. El 2, sensual. El 3, me encanta como lo cuentas. El 4buenísimo. El 5, mágico. El 6 terrible, acabo de ver una presa de agua rural vacía. El 7, cierto, para los de clima mediterráneo el ciclo térmico es vital. Y 8, echaremos brasas y soplaremos para que el calor de la amistad siga vivo.
Muchos besos y tu comentario a mi jueves serácomentado, me pillaste.
buen relato pero me quedo con la ultima frase que realmente me gusto y es realmente cierta
El calor de la amistad es tibio, ilumina, nunca quema, pero hay que soplar las brasas para que permanezca encendida.
Los seis primeros microrrelatos son muy sensuales y carnales, mientras que los dos últimos son muy vitalistas y optimistas :))
un saludo
Soplaremos esas brasas para que nunca se apague el fuego que calienta la amistad de estos amigos jueveros.
Son preciosos los ocho micros pero me quedo con el 7, la naturaleza, sus ciclos y nosotros.
Un beso, Leonor.
Me quedo con el número... espera... no, me quedo con... no, no ¡me quedo con todos! :) Ainsssssssssss, mi Natalí, que ya he vuelto (problemas informáticos y de tiempo) :) y me encanta, volver y leer con este placer, cosas tan bellas.
Muaksssssssssssss
Soplemos las brasas, amiga... Soplemos bien fuerte
Un abrazo y feliz verano
dulce calor ansiado, dulce calor de goce, abrazo que compensa sudores, dulce agonía en la siesta
Cuantas calores nos dejas! Casi tantas como colores :)
Saludos!
Cuando a la mayoría el calor nos amuerma, a ti te enciende el arte. Cada uno me remueve, me incita...
No elijo. ¡aplaudo, artista!
besos
Con la venia, si bien todos los calores que relatas tienen a la vida como estrella invitada, yo quizá (ya me perdonarás, ya), pero me quedo con el segundo.
El calor carnal es luz, luz que trae vida e impone los arcanos de la magia sobre las leyes de la química. El calor sensual alcanza el cenit de lo prodigioso cuando, además, es calor enamorado. Y entonces ríete tú de la fusión en los hornos estelares.
Un beso
Algunos de los calores que tan hermosamente describes, mi querida amiga, me llegan especialmente. Ese calor del cubito de hielo descendiendo..... uff, ¡qué calor!, y para un trotacaminos como yo, el calor que te inunda al coronar una cumbre, cualquier cumbre, es inenarrable.
Un fuerte abrazo.
Estuve en tu casa el viernes, me quede embobada con tus palabras y supe cual seria la cita final de este jueves y como debe ser que solo tengo una neurona y afectada por el calor no le di a publicar el comentario que recuerdo haber escrito. Por lo que te agradezco que me sacaras de mi error y confusión.
te decia que me encantaban la retahila de calores que tan bien nos habias mostrado pero que me quedada con la de la amistad que era la que más me había llegado.
Gracias por participar y un hesito.
(igual fue que me detecto como un robot...jajajaj)
Uno más lindo que el otro, cada micro encierra un encanto distinto.
Me gustó mucho el cierre que le diste.
Un abrazo Naty
Me quedo con las ocho joyas, porque eso es lo que son tus micro-relatos, son todos preciosos, y el broche final, divino. Un besote.
Aquí vengo a soplar las brasas Natali para que nuestra amistad siga entibiando.
Y es cierto, en invierno, extrañaremos el calorcito del verano jejeje.
Besos con aire acondicionado.
Tus 8 esmeraldas, le hacen cosquillas a nuestros corazones, y quedamos gozosos al leer de tan variados calores.
El de la amistad? por supuesto: el que nos deja en armonía, en calma, apaciguados y alegres... De los otros, hablamos otro día, con más tiempo, y quizá a la cara
Un beso con la alegría del sol tibio que baña mi balcón esta mañana de domingo.
(hacele caso a vero y quita la verificación de PALABRAAAAAAAAA!!!! jaja)
Ingeniosa paleta de calores Natalí! historias mínimas, esas de la vida donde el calor aporta el fondo y la sustancia
Te mando un fuerte y caluroso abrazo
Son muy hermosos todos tus relatos, estos del calor y los demás que he leído, aunque nada haya comentado, Natàlia; algunos me saben a poesía.
Gracias por los momentos que disfruto aquí.
Agradezco tus palabras en mi blog, siempre bien venidas.
Te doy las gracias también por el enlace a Eros; sí, participo en él con un relato que escribí a dos manos con un amigo escritor (la pena es que no quiso firmarlo conmigo, por más que le insistí en su día)
Acerca de tus comentarios de hoy: están todos allí, se pueden leer, lo que ocurre es que algunas veces quien comenta se equivoca de entrada y luego, al ir a comprobarlo, no está donde se supone que se hizo.
No es la primera vez que pasa, no me coge de sorpresa :), entiendo que la plantilla de mi blog es distinta, y por eso la confusión.
Abrazos
Ío
Un gustito caliente leerte.
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