El efecto dominó empezó en Túnez...sigue Egipto.

De la nada no sale nada, de la inacción tampoco, y de los cielos no caen libertades como maná, eso opino, ni en Egipto, tierra milenaria, ni tampoco en nuestra casa, que al fin y al cabo no existen casas, ni barreras, ni fronteras que no sean las impuestas y las que levantamos nosotros mismos.

A partir de las redes sociales en Túnez y en Egipto se convocó a las gentes, ahora Mubarak ordena apagarlas y toque de queda, sin embargo siguen las protestas masivas.
El sábado las clásicas bandas de saqueadores, entre ellos polícias disfrazados para crear la conveniente imagen de caos, nada novedosa en estas circunstancias, asaltó el Museo Arqueológico del Cairo, no obstante...la gente de la calle formó un cordón alrededor del Museo, aquello es su história y, la nuestra.

La renta per cápita de Túnez, 10 millones de habitantes, es aprox. tres veces más alta que en Egipto, 80 millones de indignados al límite. Como dice uno en el vídeo: "Da igual lo que seas, cristiano, musulman o ateo, tú exigirás tus malditos derechos !nunca vamos a callar!"
Salve Egipto, !ave! Túnez, que así sea y que cunda en otros lugares el efecto dómino. Los tiranos ven las barbas de su vecino quemar, ponen en remojo las suyas, prometen medidas liberales a toda prisa. Y occidente, cínico, a buenas horas, cae en la cuenta de las tiranías que tanto le convenían, y avisa y está alerta, pensado en...sus intereses en la zona.

Ya han caído más de cien y hay muchos heridos, encarcelados que se sublevan. Espero de corazón que lo consigan con el mínimo derramamiento de sangre, pero... lamentablemente, ningún derecho se otorga desde arriba, siempre defienden sus privilegios a sangre y fuego, lo dicen las crónicas más añejas ¿nos acordamos?
El sábado, de golpe, despareció la policía, los gases lacrimógenos, los disparos, ahora la clave para solventar la situación, al parecer, la tiene el ejército.Veremos, después de décadas de dictadura no vayan a apañarlo con aquello de que cambie algo para que, en fondo, nada cambie.

Inmersa en el mar de pesimismo que nos ahoga e indigna, porque en nuestro própio entorno existe situaciones desesperantes, vuelvo mi mirada hacia el sur y pienso que su revolución, de alguna manera, nos pertenece.
¿Romanticismo? tal vez. Mi corazón se ilumina con un viejo resplandor que conozco. Se acerca la primavera, ánimos Egipto y Túnez...huelo el perfume de los jazmines.
 Besitos esperanzados, amigas y amigos.