17 de mayo de 2012

Los jueves relato: UN PACTO CON EL DIABLO

La cafetería quedaba lejos del centro. Bajó del coche oficial con un pañuelo en la cabeza para no ser reconocida.
Estaba en un rincón, esperándola. Pidieron descafeinados.
__Nunca pensé que fueras mujer-miraba aquella mano de uñas largas y piel tersa.
__Me adapto al cliente-sin preámbulos le mostró el contrato. Imposible verle la cara que llevaba cubierta con un velo__Firma-sonó como una orden.
Se puso las gafas y leyó los términos, no se fiaba:
__Impunidad total
__Poder absoluto
__Admiración o adulación
__Socios del “círculo” fieles

Firmó y la otra dijo:
__Vamos a empolvarnos la nariz.
__Dime, ¿será doloroso el infierno?
__Eterno.
Se desprendió del velo; en el ancho espejo se reflejaba otro calco de ella misma.
__Me da risa tu nombre, Esperanza-balaba como un macho cabrío.
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125 justas, ni una más, conseguido maluto Gus.
Pactos y diablos en las calderas del pedrobotero zamorano:

25 comentarios:

FIBO dijo...

No es doloroso el infierno, lo digo por experiencia, vengo de allí. Mi pacto fue de belleza ya hace años, y aún conservo la juventud y la lozanía en mi piel, terso, jovén, atractivo y cargado de sensualidad y firmé por 100 años a la dama del velo.
Ahora en serio preciosa, me ha gustado, hasta me ha hecho ilusión imaginar si eso sería posible.
Un besote.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Si, la verdad es que a ese demonio le podemos poner la cara que queramos, porque éste se encuentra en nosotros mismos.
Está muy bien
Un petó

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Es que venderse al demonio tiene costos, y muy feos!...no hay vueltas jejeje
Un abrazo.

Matices dijo...

Eterno infierno ¿a cambio de..? Hay contratos que se firman con el "diablo" desconociendo que está tras la letra pequeña... no es el caso lo sé. Esta sabía bien donde se metía. Mira que llamarse Esperanza, jaja

Besos

rosa_desastre dijo...

El nombre de Esperanza era solo un accidente...lo peor era reconocerse y aceptarse tras el velo, pero una vez firmado, nadie la echaría del "circulo"
Un beso

José Vte. dijo...

Es uno de los grandes trucos del diablo, dicen, el de hacerse ver a traves de nuestro propio reflejo.
Creo que en estos tiempos son muchos los que han hecho semejante pacto de adulación e impunidad total.
Muy buen relato.

Un abrazo

tereoteo dijo...

Va en coche oficial a hacer pactos con el maligno, vaya, vaya...
Esta Esperanza sabía mucho además de bailar cha, cha, cha...
Un besito

Juan Carlos Celorio dijo...

Hay que ver a cambio de qué venden el alma algun@s, odiaría tener alguno de esos dones ... Buena visión del diablo, adaptado a quien lo imagina y buena visión dela que se vende.
Besos Natalí.

Juji Mogar dijo...

¡Que genialidad, Natàlia! Me ha encantado. Lo contiene todo en tan poca letra.
Besazo endiabladamente encantado.

Gaby* dijo...

A cuántos embaucaría con ese nombre! Esperanza supone casi un acto de fe, pero... si habrá que desconfiar, ni ella sabe que firmó, ni quien se le acerque lo que alguna vez pactó en aquella cafetería.
La ambición puede llevarnos a terrenos fangosos.
Buenísimo tu relato, como siempre!
Y esa caripela? mamita! que manzana ni ocho cuartos! jeje!
Besitos al vuelo!
Gaby*

Leonor dijo...

¿Cuántas caras tiene el maligno?. Una por cada uno de nosotros. No podemos engañarnos, sabemos que está ahí, en el fondo de nuestras entrañas, y en algunos casos siempre a flor de piel.
En el espejo los vemos muchas veces pero afortunadamente no todos estamos tan desesperados para firmar y menos por esos cuatro puntos. Ni loca los desearía.
Original como siempre y sarcástico.
Un beso.

Alfredo dijo...

Todo eso que apuntas en el relato está, por desgracia, a la orden del día en estos tiempos inciertos que estamos viviendo.

Un abrazo!!

mar... dijo...

Hola Natalí.
Pues yo creo que no hizo un buen pacto. Al fin y al cabo si bajaba de un coche oficial ya tiene casi todo lo que pide: inmunidad a no ser que se la pille en flagrante delito, poder absoluto seguro que bastante, y admiración y adulación la de su círculo de fieles. ¿Por qué algunos nunca tienen suficiente?.
Me ha encantado la última pregunta
¿será doloroso el infierno?,-Eterno. Cualquier eternidad sería dolorosa o por lo menos aburrida, ¡que horror estar siempre con lo mismo!
Un beso
Mar

Adriana Alba dijo...

Que bueno, me gustan los relatos de los jueves, no siempre puede visitar a los amigos partícipes en ellos.

Excelente tu micro...el infierno tan temido suele aparecer muchas veces a la vuelta de la esquina.

Cariños.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

El relato es certero.
¿Cuántos de estos contratos se habrán ya firmado?

Manuel dijo...

¿Es un espejo o somos nosotros mismos?
Buen detalle no afirma ni niega que sea doloroso, solo le asegura que es eterno, una respuesta evidente, la eternidad es amarga.
Solo me queda una duda, ¿quien o cual bajo del coche?
un beso

P.D.: por supuesto que nos vemos, Natali

I. Robledo dijo...

Uno es tan pobre que nunca se le ha ocurrido a algun diablo tentarme un poco...

Uf, que cosa tan triste...

Solo tientan a los poderosos...

Un abrazo, amiga

Lupe dijo...

Reza el refrán que el que no se fía, no es de fiar. Con coches oficiales hay muchos de esos. A las pruebas me remito.

Incluso con pocas palabras, escribes exquisiteces. Lo de empolvarse la nariz después de...me ha encantado.

Un abrazo.

Maat

Anónimo dijo...

uy, eres la penúltima en mi lectura juevera...pero ya sabes aquello de que los penúltimos alcanzarán el reino de los cielos. bueno, de mis cielos...
en fin, natalí, creo que ya sabía que la frase corta es la adecuada para hacer micros. pero en la lectura de este jueves, me estoy dando cuenta de este recurso.he visto en la lectura de estos jueves a algun@s que han osado incluso describir...¡que ya me dirás cómo demonios se puede uno parar a describir en un micro! ¡pues lo han hecho y con resultados , desde mi punto de vista, buenos! pero la verdad, no recuerdo diálogos en ninguno de los textos... y hala, llega la dulce natalí y se pone a hacer el más difícil todavía...el más difícil teniendo en cuenta que es un micro...¿el resultado? me ha encantado...
medio beso, maestra de los dulces o...uy, que me líooo...

julian dijo...

como escarpias se me han puesto los pelos, casi me reconozco, es dificil disimular las pezuñs de las patas..

saludos

Sindel Avefénix dijo...

Será que el Diablo está realmente dentro nuestro?
Qué podemos ser nosotros mismos y no nos damos cuenta?
Muy original y me dejás pensando jajaja
Besitos

elena clásica dijo...

Querida Natalí:

Pocas palabras pero muchas sugerencias y una historia diabólica que te deja en el sitio. El final, como quien no quiere la cosa, es de un inquietante, que difícilmente uno remonta, eso de me da risa tu nombre, Esperanza", no presagia que compense la impunidad total ni el poder absoluto.

Pero la calificación del infierno como eterno es el quid de la cuestión, clara, tajante y sincera habla la innombrable. ¿Puede haber un pensamiento más desconcertante que el de lo eterno? El infierno es repetición, no hay duda.

Ay, qué pacto, y encima el macho cabrío es ella. Cuántos pactos deben haberse firmado... cuántas eternidades que acechan.

Qué genial eres, Natalí, me ha encantado, seducido y aterrorizado.

Un abrazo, querida amiga.

Eva Magallanes dijo...

El pacto con el Diablo lo hacemos con nosotros mismos/as... es la alianza desenfrenada, inconsciente y egoísta con el Ego. Por eso le tengo compasión al Diablito querido, ¡es tan ingenuo!

Anónimo dijo...

¿NO tendría por casualidad la citada Espe apellido de aquel que definían en una película de conquistadores como La Cólera de Dios?, porque no me extrañaría lo más mínimo.
No importa el poder que se tenga, para algunos/as, nunca es suficiente.
Un abrazo.

censurasigloXXI dijo...

¿Al infern hi han coquetes amb mel? Si no es així no hi vaig!

Besito, guapa, templà!