7 de diciembre de 2011

Los jueves relato: Borrachos, borrachas.

__!Danzad, malditos!-rugió el Cíclope.
La voz al retumbar en la cueva provocaba desprendimientos y una zozobra en los pechos de los aqueos. Sus torsos de bronce en Troya, ahora se agitaban como si fueran los de asustados imberbes !Oh dioses! cuan perentoria sería la fama de aquellos mortales, de no ser por el canto del vate ciego, que más tarde quiso enaltecerla hasta rozar el Olimpo.

Aplaudía el monstruo al seguir el compás de los pies de Odiseo que pisaba la uva y se bañaba en ella !frenética danza de fauno!
Manó del receptáculo el líquido y empezaron a llenar copas y cántaros, otros suministraban nuevos racimos que el héroe y dos más trituraban incansables, los cuerpos teñidos de color vinoso como la sangre, tantas veces, derramada por sus espadas. A ese mosto mezclaron grandes cantidades del vino puro, fuerte y espeso que llevaban en pellizas, obsequio de Marón, el hijo de Evanto, para Odiseo y sus compañeros.
__Bebe Polifemo el jugo de Dionisio, mejor que el néctar y la ambrosía. Luego nuestra carne te sabrá más gustosa !Pruébalo!
Para animarle bebió el aqueo de picuda barba formando un cuenco con las manos, sus ojos castaños se entornaron placenteros.
__Uuuuum, !qué rico!-exclamaba Odiseo.
Convencido, el cíclope gigantesco no daba abasto en tragar más y más.
__Me gusta este jugo. Cumplo con la sagrada hospitalidad debida a los extranjeros, así que te comeré el último. "Nadie", eres poca cosa pero resultas simpático.
"Nadie" era el nombre con el cual Odiseo se identificó, porque de haberse proclamado cual era, aquel engendro con un ojo, hijo de Poseidón, les hubiera devorado en el acto. ¿Quién ignoraba que el héroe de Ítaca era aborrecido por el dios de los mares, aquel que sacude la tierra? Lo sabían todos los que vivieron aquellos tiempos procelosos.

Eructaba Polifemo, su aliento acre aturdía a los carneros, ovejas y a los nueve aqueos que se juntaban expectantes en un rincón de la cueva.
Al mirar la descomunal piedra que cegaba la entrada pensaron que de allí nunca saldrían. Ni un tiro de diez bueyes hubiera sido capaz de mover aquella roca, sin embargo el cíclope lo hizo como si fuera un guijarro. En silencio se miraban los valerosos guerreros, ahora parecidos a corderillos destinados a saciar el apetito de aquel ser impío. Lloraban recordando a los tres amigos ingeridos crudos nada más llegar, inocentes, a este antro del Averno, con el ansia del reposo, un bocado, sorbos de leche recién ordeñada.  

Una vez hubo terminado con todo el vino, cantidad que podría haber emborrachado al ejército aqueo ante las murallas de la destruida Troya, el gigantón daba traspiés, el único ojo se rascaba y con la lengua trabada farfullaba incongruencias. Se desplomó cual largo era, es decir, mucho, y ancho. Tembló el suelo de pajas, sembrado de racimos pelados, a tal punto que levantó un palmo a los guerreros y dos, al rebaño entero.
!Menuda tajada o melopea! pensaba Odiseo. Los ronquidos que profería el bruto con la bocaza abierta, llena de dientes, aterradora, eran tan ensordecedores que de golpe se les cortó la leche a las madres ovejas y falleció un corderito.
Lo que sucedió después es bastante conocido.
 Los aqueos cegaron el único ojo de Polifemo con un tronco allí caído, afilado al rojo vivo, idea ¿cómo no? del avispado Odiseo. Estaba tan beodo el cíclope que no pudo defenderse ni dando patadas, ni con los brazos convertidos en  aspas de molino batiendo el aire.  Infeliz, aulló de dolor, era un volcán explotando. Quiso salir fuera, buscaba la luz, que por un prodigio de su padre, alumbrara de nuevo su ojo. Y en ese empeño, a tientas, apartó la mole de la entrada lo mismo que si fuera aire. La treta urdida por el raposo Odiseo consistió en agarrarse a las barrigas de ovejas y carneros, cuando Polifemo palpaba las lanas de su amado redil, les permitía paso franco. En los pastos triscaban las ovejas baladoras, aliviadas de las pesadas y molestas "garrapatas".
Huyeron los aqueos de aquel Polifemo brutal, y por más que arrojaba sin tino pedruscos a la mar, el barco de Odiseo zarpó rumbo a futuras hazañas dispuestas por los Hados.  
Erguido en la proa, húmedo de espumas canosas, aún gritó el insolente "Nadie"a Polifemo:
"¡Cíclope! Si alguno de los mortales hombres te pregunta la causa de tu vergonzosa ceguera, dile que quien te privó del ojo fue Odiseo, el asolador de ciudades, hijo de Laertes, que tiene su casa en Ítaca " Odisea, Canto IX, 105.ss

Esta leyenda narra una de las más célebres borracheras, ocasionada por el desconocimiento del narcótico, subyugante, delicioso, jugo de la viña. !Èvoe! dirían las Bacantes.
Nota: Versión muy libre del episodio, basada en la divertida película, "Ulises", 1954, de Mario Camerini. Cuando imagino a Ulises, veo a Kirk Douglas pisando las uvas, y me sobreviene una inmensa alegría de vivir. Ya no se ven pelis como esa. 
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Abstemios, borrachinas, o viceversa, en la taberna de GUS: http://callejamoran.blogspot.com/ 

26 comentarios:

Alfredo dijo...

Esas pelis clásicas de peplum son irrepetibles, me temo. Casi lamenta uno no haber vivido alguna de aquellas fiestas dionisíacas q debían de ser espectaculares :) Precisamente el domingo estuve degustando, con moderación eso sí, alguno de esos caldos vinícolas salidos de las cepas del suroccidente asturiano.

Un abrazo!!!

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Ha sido muy placentero leer tu versión "muy libre" de aquel famoso episodio de leyenda!

Un abrazo.

Leonor dijo...

Magnífica versión de esta escena. Recuerdo bien la película a la que haces referencia. Me daba terror ese ojo centrado y en el fondo me pasaba como con King Kong, que me daba un poco de pena ese ser monstruoso y un poco necio. Un beso.

rodolfo dijo...

de leyendas de marinos, de monstruos y héroes está lleno nuestro Mediterraneo ( quizás por que mi niñez, sigue jugando en tus playas...)
Elegi hace mucho la personalidad de Simbad, pero te confieso que la primera de todas fue la de odiseus, asi me hacía llamar. Ya ves, vocación marinera y aventurera
Las borracheras? son la flor de la vida, siempre que como todo, no abuses, pero pillarse una alguna vez, es bueno para la salud jejejeje
Un beso

Anónimo dijo...

Aquí la borrachera fue de gran valor, gracias a ella se salvaron de ser devorados. Bueno a favor de ésta si que estoy
Un abrazo
Carmen Andújar

Susana Peiró dijo...

¡Encantadora versión! Y nos provoca hasta ternura hacia ese Polifemo, gigante barbudo con orejas de sátiro!
Evohé, decían las bacantes y decimos al invocar a Baco! Y hacemos de esta bebida el imperativo categórico. Salud, mi Natalí y a à votre santé Querida Amiga! Muy seguramente en el futuro charlemos largo sobre el vino, un tema muy cercano para mí. Besos muchos besos para Vos!

casss dijo...

No es que vea doble, ni esté bajo los efectos de esos efluvios, ni que me repita pero de verdad que es una encantadora versión.

Kirk Douglas...segundas partes nunca fueron tan buenas y como dice el tango "Te acordás hermano qué tiempo aquellos? Eran otros hombres más hombres los nuestros...". En lo último bueno lo pongo porque está en el libreto. Hay ahora muy bueno y muy emocionante por ahí, sobre todo si no huele a alcohol, jajaja.

besos y achuchones brindando por Uds.

Nusa dijo...

¡Qué bonito, Natalí, que una borrachera sea la salvación!... Pero qué feo que la gente de mente estrecha no vea "lo bueno de lo malo".
Me encanta cómo escribes, besoooo, amiga :)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Sin el vino, hubiéramos sido devorados...

Unknown dijo...

amiga me sorprendiste...amo esa historia... la conocí de chico y hasta vi esa película en algun canal de televisión alguna vez... ay lo recuerdo todo!!! me encantó, me fascinó... pobre cíclope... Nadie le habia hecho nada! jaja... muy bueno. Me despido hasta el año que viene! un beso! felices fiestas y que tengas un lindo comienzo de año 2012! besotes!

PACO HIDALGO dijo...

Natali, ese Nadie emborrachando al gigante y trayéndoslo a su terreno; que bueno el alcohol para algunas cosas, verdad? A mi también me encanta Kirk Douglas en ese Odiseo imponente y decidido, capaz de todas las triquiñuelas del mundo. Brindemos, Natali, brindemos por el alcohol, por Homero y por tu escritura. Besos.

Juan Carlos Celorio dijo...

¡Evoe! querida amiga. Muy bien traido este canto de la Odisea y narrado con esa gracia que le das.
Cuando leí las consecuencias del eructo de Polifemo reí a carcajadas.
La peli no la he visto, pero tendré que hacerlo.
Muchos besos.

Sindel Avefénix dijo...

Una versión libre que me gusta mucho más que la original :)
Besitos

Matices dijo...

Recuerdo la película, pero me ha gusta el giro dado a la melopea del señor antes de llegar a las consecuencias ya sabidas...

Besos!!!

I. Robledo dijo...

El mundo occidental, sin vino, no seria mundo, al menos civilizado, como nosotros lo conocemos...

Bendito sea Dionisios, que lo trajo... Ah, que tiempos aquellos de dioses amables con los humanos...

Un abrazo, amiga

gustavo dijo...

a mi me gusta la vuelta de natalí por sus fueros, los de los relatos clásicos, aunque sean relatos que la dlce natalí semimodifica, auqnue se tome las licencias que quiera...a mí eso de leer aquello de aqueos me subyuga, a mí eso de leer eso d elaertes me subyuga, a mí eso de leer polifemo, ni te digo, y cómo no, leer odisseo o ulises, si tú quieres, natalí, también NADIE,me sigue encantando...reconozco que es una especie de debilidad, la cual por desgracia no exploto mucho...quizá por eso este jueves tuyo me ha traído sabores ya conocidos, me ha traído efluvios medio olvidados pero que suenan a divinidad...
medio beso, natalí.

Manuel dijo...

El buen guerrero es el que sabe aprovechar los recursos a su alcance para sacar ventaja. Buen ejemplo nos traes tanto de su uso como de las consecuencias de su abuso.
Un beso

San dijo...

Natáli a medida que iba leyendo pensaba, este relato me lleva a una película, si es como si la estuviera viendo jejej, y resulta que la vi, asi que tu versión libre, libre me arrastó hasta la más cegadora borrachera.
Besitos-

IRLANDA dijo...

Amiga, tú puedes versionar hasta lo inversionable...toma ya!!!!, jejjeje
Me encanta estar de vuelta y disfrutar de tus letras , de tú historia, de tú pasión por las dos juntas.

Un petonet amiga meva, vinaaaaaaa.

maruja dijo...

No se si la película era buena o mala, creo que regularceja, o bien que se hizo en un tono burlesco, lo que por otra parte es muy apropiado tratándose de Ulises, que tiene un punto jocoso. Muy buen comentario.

María José Moreno dijo...

jajaja... menuda tranca de Polifemo, me encanta eso del eructo y asqueroso aliento jajaja. Divertido relato sobre leyendas que pudieron ser realidad. La pelicula no la he visto, pero seguro que los efectos especiales serán un poco de cartón piedra.
Beistos

Susana Peiró dijo...

Dije de “mujeres encantadoras” y apareciste Amiga, en esta mañana de lunes, iluminando el personaje y el momento. “Ellas”, nuestras Mujeres con Historia y quien te escribe, festejamos cada vez, tu mirada inteligente y tu sensibilidad. Sos mágica Natáli y de corazón guapa, estimo muchísimo nuestra amistad. Te dejo uno de esos abrazos enormesssssss, que no conocen de distancia, junto a mi admiraciòn y agradecimiento!

Susurros de Tinta dijo...

Aisssss, Kirk Douglas, el golfillo perfecto para encarnar a Odiseo, ¿has pisado uvas alguna vez mi Diosa gatuna?, yo de pequeñaja, en la aldea de mi abuelo, me lo pasé pipa, eso si, creo que es por ello que no bebo vino, jejeje, yo no dejaba de pensar, y esto se lo van a beber luego?, has visto un paseo por las nubes, cuando las mujeres pisan el vino, contagia las mismas ganas de vivir!!!, precioso relato, miles de besosssssssssssss

Myriam dijo...

¡Simpática versión la tuya!.

Besos

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Natàlia,

En su momento leí esta recreación que haces del famoso episodio de la Odisea, y me reí un buen rato. No me atreví a hacer ningún comentario entonces, porque me pareció un tanto sacrílego añadir algo a lo que Homero nos ofreció. No obstante, he vuelto a leer tu relato, y, alejado ya el peligro de ver profanada la Odisea, pienso que esta recreación vale la pena, porque añade un tono humorístico a lo que nos dijo Homero. Me ha encantado el relato, en el que destaco la prevalencia de la sabiduría griega frente a la ignorancia del monstruo de un solo ojo, que es fácilmente engañado por el astuto Odiseo.

Y es que tú, Querida Natàlia, eres capaz de poner un buen tono de humor e ironía a los momentos trágicos. Muy apropiada esta visión burlesca de la borrachera del monstruo para estos días en que nos amenazan por todas partes las tentaciones de hacer un uso abusivo del don de Dioniso.

Que los dioses y las diosas te colmen de Felicidad, Querida Natàlia.

A media mañana volveré a tu blog, para ver qué nos ofreces en tu última edición.

Un fuerte abrazo, Querida mía.

Antonio

Como regalo de Navidad, te hago don de esta preciosa lechuza, precedente el emblema de LES BELLES LETTRES.

elena clásica dijo...

Un episodio vivo en nuestro subconsciente. Ulises siempre se asoma a recordarnos que la audacia le salvó la vida en muchas ocasiones. Más allá de lo imposible, existen los recursos que vienen aguzados por las dificultades. Ulises es el prototipo de la inteligencia unida a la imaginación. Pero solo el sentido del humor, como el que encontramos en el tono de esta versión, es el que da verdadero sentido a la audacia. Hace ya muchos siglos, Nadie se atrevió a vencer a un gigante hijo de un dios enemigo. Supo crecerse, cuánto me gusta recordarlo.

Qué divina versión. ¿Sabes que recuerdo me acerca siempre a la película de Kirk Douglas, la de Cinema Paradiso: la están viviendo los cinéfilos habitantes del pueblito en un cine de verano, cuando Salvatore recuerda a Elena... y miracolo! esta aparece bajo la lluvia y con el telón de fondo del Odiseo Douglas.

Me ha encantado recordar al gigantón hijo de Poseidón, vencido por Ulises, en un relato tan brillante.

Qué hermoso. Un abrazo, querida Natalí.