"Es que me salen granos a mis treinta años. Es que hablo a sopetones, tartaja. Es que no bailoteo, soy patosa. Es que tengo una narizota que se presenta antes que yo. Es que sudo de pies y manos. Es que soy peluda y me gasto fortunas en depilaciones láser. Es que nací con los hombros caídos. Es que por más dietas que hago, estos michelines...!Nadie es perfecto! lo dijo el maestro Billy Wilder en Con Faldas y a lo loco". Aclamaciones, la mayoría aplaudió por simbiosis, porque de esa peli, ni idea, pero en aquel círculo selecto quedaba mal parecer lerdo.
Prosiguió el erudito: "En todos los casos la ansiedad, neura, dicho de forma coloquial, llega a través de la percepción del físico y la edad no asumidos personalmente, hasta crear un trastorno psicosomático-tosió el catedrático, tosió alguien que no entendía "ni jota", muchos se preguntaban: ¿psicosomático?-"Somos esclavos de los cánones evanescentes y caprichosos del concepto belleza, y la estética, amigos, jejeje, cosa sei?" Fin de la conferencia.
El italiano era un recurso gracioso, ovación. Inmediatamente, como si rompieran un ayuno místico, fueron al papeo , tropezándose, porque pintaba bien el comedero y el abrevadero alcohólico barra libre.
Entre canapé y copita de champaña "gabacho", of course, comentaron que el método del célebre disertador huía de tópicos, siendo lo último que se llevaba en charlas de postín. Llenaba salas, el hall del hotel más lujoso, teatros, y era imperdonable perdérselo si se quería estar en la onda. No era tonto y escapaba de lo trillado para mantener su status de cum laude en plan divertido pero sumamente riguroso, lo suyo le había costado y de eso vivía, pas mal. El tema de hoy, lo estético, había calado hondo, a muchos les preocupaba, aunque disimularan. Se les suponía "la gente guapa", pero ni echando mano a los afeites, la botulina, quirófanos, masajes, rayos uva, thermage, régimenes, implantes...la mayoría no lograba alcanzar el don supremo de la belleza, beber la fuente de la eterna juventud.
Al salir, eufóricos y borrachos, el rímel corrido, el desodorante abandonado, vieron andando por el arcén izquierdo de la carretera, bajo la luna llena, a un joven extraño, vamos, que no era del país, sería musulmán, budista, integrista, hindú, gitano, del este, terrorista, peligroso ! insoportable! Iba tan tranquilo, ignorando el insulto que suponía su verdadera y espontanea belleza, para ellos, la élite, que se la "curraban" soltando miles de €, sin acabar de conseguirla. Aquello era un mazazo en su autoestima, darse de bruces con la realidad.
Como jugando, lo atropellaron con sus cochazos. Al morir sin ni un grito, con la mejilla contra el asfalto, no adivinó que pagaba por ser un "excluido" y encima, ofensivamente joven, hermoso.
¿Encontrarían a faltar al muchacho? ¿Quiénes? !qué risa!, sus padres africanos o asiáticos. Daban por hecho que era un delincuente sin papeles ni nombre !nadie! ¿Y quién se atrevería a investigarles a ellos con nombres y apellidos ilustres? Tranquilos.
Los periódicos en nota breve señalaron: La pasada noche en una carretera comarcal, falleció atropellado un magrebí de unos 20 años, del cual se desconocen el nombre y el origen concreto. Los autores del accidente se dieron a la fuga sin dejar pistas.
Rindo homenaje a la novela de Terenci Moix que habla del tema indirectamente y se titula: "El amargo don de la belleza". Pintura: Jeune homme nu assis- H. Flandrin, 1855
No se encontrarán excluidos donde el amable Gastón: http://gastondavale.blogspot.com/
27 comentarios:
Amiga, que relato tan triste, tan triste y tan cotidiano... La vida de ciertas gentes importa poco... Los mas minimos detalles de otras gentes importan sin embargo muchisimo...
Un abrazo fuerte
Diría yo, que ninguna vida es importante hoy día sino que se valora una desaparición según el revuelo de los medios de información. Cuando yo la palme, probablemente, no salga ni en la prensa.
Hay que ver... cómo eres.
GRÀCIES, TEMPLÀ!!! Muchísimas gracias por el regalo, en cuanto los peques sepan apreciar algo tan bonito lo usarán. Tiene vuestro nombre y la fecha.
Muchas gracias. Beso.
La envidia es muy mala, y estos que lo tienen todo, no pueden comprar pocas cosas y entre ellas la belleza; aunque lo intenten y mucho.
Muy bien explicado
Un abrazo
Carmen
Me apunto la novela de Terenci Moix para leer.
Tu relato es tan triste como certero,para horror nuestro.
Besos
algunos ni siquiera les reconocen el derecho a estar...
Buen relato.
Natalí, muaksss
Triste lista de los "sin nombre". Y que vomitiva sociedad sin principios. Un beso.
Nuestros prejuicios obran sin piedad, dando rienda suelta -tantas veces- a nuestros más bajos instintos.
Presumo que por ahí una "h" se coló en esa onda de moda y glamour. No es grave. Pasa frecuentemente con el autocorrector!
Un abrazote!
Explosivo texto, natalí. El brutal contraste entre los ricachones infelices y feos - justo castigo a su maldad - y el magrebí cuyo único patrimonio, efímero, eran la juventud y la belleza. Y ni siquiera eso pudieron soportar...
Fue una alegría enorme conocerte, abrazarte, ver que eres de carne y hueso (y no sólo de fuego verbal), reencontrar en tí a Acca Larentia, esa venerada y venerable matrona que salvó a los gemelos. Seguro que tendremos otras ocasiones para abrazarnos.
Historia real, la falsedad de una sociedad que pretende ser y si no aparentar y no sabe reconocer y desprecia a quien realmente tiene. Muy buena, muy fuerte la historia que nos traes.
Muchos besos querida amiga.
¡Ah, pero bueno Natalí! El relato: fantastico, el contenido: terrible, brutal, lleno de desparpajo, ¡vamos que para trasnmitir el mensaje, ningún empacho, a las claras, nada de eufemismo ni sentido figurado, no hay como matar al perro para que se acabe la rabia!! no? ja!
Excelente visión de los excluídos nos traes, te dejo un gran beso
es ya un tópico de todos sabidos que los cánones de belleza cambian según las modas.
Lo que no queremos ver es un pensamiento cada día más extendido que aquel que es diferente al grupo, es un extraño que puede hacer peligrar a los demás
Pura inmundicia humana las sociedades que estamos formando basadas en estos parámetros de segregación y morales a medida
Tan fuerte como real y actual. La busqueda de la eterna juventud y belleza, la busqueda de la eterna felicidad puede dejarnos esa recua de excluir todo aquello que nos recuerda nuestro fracaso. Así mamnteniendonos solamente junto a nuestros "iguales" puede que no nos demos cuenta de nuestros grandes defectos.
Un beso
Un relato que trae de todo, y que enseña mucho.
Cuánto hay que esperar para entender que nada nos puede excluir, que nadie puede arrogarse el derecho a discriminar. En eso hay que aprender a ser hermético,impermeable, incólume. Pero mientras tanto, cuánto puede suceder! Además en este mundo, mucho es cuestión de suerte de carisma, de que te "toque" ser el predilecto, y eso, es cuestión de masas, que no siempre son las que están en lo cierto ni en lo más justo.
Mondo Cane (queda bien lo italiano, jaja,) pero con esto se debe cargar.
El libro, también me lo apunto, y ahora voy a averiguar de algunos términos que empleas, que capté por el contexto, pero...bueno, solo se que no se nada, amiga.
Un beso enorme (un poco más grande que los caracolitos, jaja)
Nátali, no se me ocurre otra expresión. No es mi estilo utilizar palabras malsonantes, pero por una vez no voy a intentar evitarlo. ¡¡¡nauseabunda pandilla de snob de mierda!!!. Magníficamente bien retratados. ¿Qué temían que los contaminara?. Se me revuelven las tripas pensar que encima lo celebrarían entre ellos.
Magnífica entrada sobre la exclusión, aunque te confieso que a mí me gustaría excluir al conferenciante y sus oyentes.
Un abrazo.
Me estaba recordando esa novela de Terenci Moix, que la leí hace bastante tiempo. Dureza en el relato, con dos ideas capitales: la dictadura de las modas de belleza (me encana Con faldas y a lo loco), y el pobre sin papeles que paga por todo y nadie se preocupará por él. Triste destino el de los humanos, tan bellos y tan caníbales. Buena semana para tí, Natali. Besos.
Un relato estupendo y real, que pena que no te consideren nada ni nadie en esta vida.
Un abrazo y buen fin de semana
Lola
Buen relato, la belleza y la estética son realmente un problema de falta de autosatisfacción personal. Nos es mas fácil modificar nuestro cuerpo que nuestra mente. Estamos en la sociedad del mínimo esfuerzo y modificar nuestros problemas supone plantearse demasiadas cosas generalmente ingratas a nuestro EGO.
Besos.
Pienso igual que Pepe, así que no hace falta que lo repita, eso sí, me encantó tu relato, porque te dan ganas de salir a esperar a la puerta de las clínicas de belleza, a esoa totorotas, que se gastan el dinero en un intento de prolongar su belleza, aún sabiendo que otros mueren de hambre.
Otra cosa, me encantó verte en las fotos del encuentro en Valencia, eres más joven de lo que pensaba, precioso el detalle de tu regalo personalizado. Eres un encanto, me voy a tener que hacer juevera, a lo mejor un año toca en mi tierra. Besitos.
¿Cuanto dura esa belleza artificial? ¿cuanto esa felicidad a golpe de visturí? Somos masa uniforme, los distinto da miedo,lo profundo mucho más.
Hasta para nacer hay que tener suerte, una buena familia, una próspera sociedad.
Magistral Natalia.
Cuanto de verdad airean tus palabras, cuan bajos instintos albergan en el corazón de una persona. Que fácil es matar, que sencillo es olvidar.
Tu relato Natália, es para no olvidar.
Besos incluyentes
Qué terrible este relato. Dolorosísimo, como el alma, o la ausencia de ama de miles y miles, millones que atropellarían el cuerpo y el corazón de otros tantos por ser bellos, su cuerpo... y su corazón. Así andamos, así es la vida, pandilla de asco, lo dijo muy bien Pepe, pero real y más que real. ¿Qué les importará una nota en el periódico sobre un desconocido al que no consideran siquiera un ser humano? A mi mente me viene el recuerdo de la niña pequeña china ignoroda por todos y varias veces atropellada. ¿Cuento de terror? Más allá la realidad, como la que nos transmites en tu hiperrealismo. Bueno, más que bueno, Natalí, el realismo llevado a su máxima expresión ya se sabe.
Cuánto me ha gustado el encuentro con la Romana. Qué dos genios y sabias escritoras.
Un gran abrazo, querida Natalí, qué gusto notar la energía latente que circula ya intensamente por tus venas. Besazos, guapa.
Precioso, por lo que tiene de real y trágico, este relato y esta visión de las injusticias de la vida que llamamos Occidental y moderna. Demasiadas son las veces que nos olvidamos de los otros, de los que nosotros mismos tenemos sometidos a la esclavitud, sin que seamos conscientes de ello.
¡Bravo!, amiga Natàlia, por conseguir removernos las entrañas, al traer a nuestra conciencia las injusticias de las que todos somos responsables, todos los que vivimos medianamente bien.
Te envío un gran abrazo,
Antonio
Que relato fuerte y lleno de tantas verdades!!! Esta sociedad se encarga de excluir a los que no cumplen con los cánones de la belleza, sin saber que la belleza es tan amplia, tan invisible. Cuantos pobres inocentes pierden la vida sin que se aclare ni se sepa nada, porque no forman parte de ese clan de idiotas que lo único que tienen es un poco de poder inmerecido. Un abrazo.
Creamos esclavitudes propias, obviando lo más importante el valor de la vida fuera de las bellezas estereotipidas. El disfrute de los pequeños momentos que engradecen al ser está al alcance de todos y en muchos casos no se sabe dar valor. Por otro lado, en el camino la perdida de valores recrean situaciones que, sinceramente pienso... en la conciencia no hay retoques ni belleza, solo la realidad de lo vivido.
Besos
Matices
(y yo que ya te había comentado, o al menos eso pensaba...)
Hola Natalí,
ya veo que últimamente estás muy viajera y confraternizando. Eso es estupendo y para el cuerpo
y para el cuerpo, cómo el mejor jacuzzi.
Me alegró ver a mucha gente que no tenía en mente su imagen, sólo su palabra.
Abrazos.
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