6 de abril de 2011

Este Jueves un relato: LA CARA


"Ella era una cara de pinceladas al óleo, labios frambuesa muy pálida, ojos azul prusia, mejillas nácar algo cuarteadas. De esta guisa, se auto examinaba reflejada en el espejo del Museo, agotada por aquella postura que le provocaba un hormigueo de manos cruzadas y cuello derecho, busto encorsetado, 500 años, más tres “restauraciones”
De vez en cuando ante su mirada ladeada ligeramente a la derecha, ¾ Renacimiento escuela Leonardo, contemplaba de reojo al chico que la copiaba en su tela, a poca distancia, como ejercicio de Bellas Artes. Solía venir aprovechando la luz cenital de la ventana y era muy guapo, parecido al autorretrato del Durero que tenía delante, ojos miel, rubio, barbita y melena rizada, impertérrito, como ella, pintado, o sea muerto, lo contrario del muchacho, vivo y apetecible.
Llevaba una eternidad viéndose admirada al tiempo que a veces le tocaba admirar a sus admiradores. Pero había algo en las personas del siglo XXI que la excitaba; eran sus maneras, su modo de vestir y de hablar, todo directo, como una bofetada. Se acordaba de que en vida todos se inclinaban a su paso.


Ahora la recreaban hasta desnudarla en pinceladas, mientras sus ojos se iban detrás de las piernas torneadas de aquella guía a la que anhelaba parecerse. Se había fijado en esa “ninfa” desde que llegó en su primer día de trabajo, tal vez porque pasaba minutos interminables contemplándola siempre que tenía tiempo libre ¿Se daría cuenta de que también era observada desde la pintura, de mujer a mujer? ¡De que modo era deseada por muchos esa chica! Y con cuánta libertad se expresaba ese deseo a base de piropos o comentarios, miradas que la devoraban de pies a cabeza. Y ella, carnal, sabedora de sus encantos, simplemente les ignoraba con desdén ¡Le gustaría tanto estar en la piel de la joven y saborear este tiempo! Pero estaba condenada a escuchar un día tras otro a los que se quedaban embobados ante la obra maestra que era: turistas, estudiantes, mirones, comentando lo que les gustaría hacer con ella; besarla, acariciarla e incluso poseerla. Mientras, su rostro, inmutable e indefenso, aguantaba sintiéndose como una caldera, como si el óleo se le despintara por el efecto de una llama. Envidiaba el pulso vivo de la guía y daría un salto desde el lienzo, siguiendo sus pasos.
Eran demasiados siglos con la misma expresión sin poder reflejar en su cara lo que sentía, con ganas de salir de esta cárcel que era el retrato de un tiempo cadáver. Estaba harta y dolida de oír meras conjeturas, algunas obscenas, sobre su vida ¿qué sabían de ella? nada, ni idea de este sufrimiento mudo. Solo se sentía bien cuando aquel joven la miraba al copiarla, intuía algo más que una entrega a su labor. En sus ojos dulce miel, detectó un amor secreto ¿deseo? ¡Cuánto daría por estar en sus brazos! y compartir una charla en este mundo que parecía mucho mejor que su época, soñaba la calidez y el tacto de esas manos en su cuerpo. A veces cuando nadie miraba, el muchacho se atrevía a acariciarla con la punta seca del pincel, y ella se estremecía por dentro.
La torturaba la impotencia de no poder corresponderle, de no poder decirle: “sácame de esta tela y, llévame contigo, quiero ver con mis ojos la maravilla del hoy, vestir los modelos provocativos que luce la gente. Ansío lo que tanto tiempo me ha faltado; un hombre que sepa darme placer y cariño, ternura, para devolvérselos apasionadamente ¿Puedes hacer ese milagro?”
No fue un milagro pero lo catalogaron de portento inexplicable.

Una vez terminada la copia, el joven se la llevó a su casa, y ella desde el cuadro quería llorar de añoranza. Lloró lágrimas verdaderas la noche entera.
Al día siguiente el bedel se quedó de piedra al revisar la pintura ¡no tenía cara! en su lugar el fondo insípido. Descolgó el cuadro llevándolo, sin dar crédito, hasta el departamento de restauración. Allí por poco no se desmayan. Sospecharon del estudiante de arte, pero siempre estuvo bastante vigilado y por la tarde antes de cerrar el Museo la pintura estaba intacta, los guardias nocturnos aseveraron que no sonó ninguna alarma.


El joven pseudo Durero vivía con la muchacha que trabajaba con él en restauración del Museo, trabajo que obtuvo porque era un genio de la copia. La compañera, esa réplica de una Madonna de Rafael, le dio hijo e hija; la niña era la princesa de las Meninas, el chico, el Juan Bautista de Murillo.
Le encargaron copiar de nuevo la cara de la famosa pintura. Cada matiz que recuperaba era como si ambos estuvieran entablando un dialogo en la intimidad, de la sensual comunicación renació exacta, la de siempre, nadie, ni un puñetero especialista en escuela Leonardo, notaría con lupa un fallo en el sutil craquelado, o un tinte chillón oliendo a nuevo.
Sin embargo, ella, la mujer del retrato, obstinada, lloró otra noche hasta borrarse del todo la cara...solo quedó, auténtica, una lágrima"

6 manos 6: Nas, Primavera y Natalí- 3 caras 3.
Nota: Para ahorraros sudores, y al ser idéntico relato en los tres blogs, amigas y amigos, ya sabeís, aquello de copiar y pegar el mismo coment. en cada uno de los tres blogs ¿noooo?
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De 4 en 4 las manos y las caras de 2 en 2, donde GUS: http://callejamoran.blogspot.com/

42 comentarios:

Javier dijo...

Una idea original.
¿Por qué no destrozó el cuadro primitivo y se llevó para siempre la copia?
Sería un desalmado, un estúpido.... pero un romántico.

Saludos.

mariajesusparadela dijo...

Y yo digo, ¿por qué no dejó la copia y se llevó el original? hubiera ahorrado muchas lágrimas.

Natàlia Tàrraco dijo...

Jejeje, hablo en nombre de las compis:
no es fácil descolgar el original de la sala del Museo a plena luz, que si cámaras, alarmas, que si vigilantes, et, et y llevársela tan campante con marco voluminoso incluido.
Así que a disfrutar de la copia.
Es, o debe ser duro ser obra maestra, así tan quieta, no sé, me parece.
Besitoooos con pigmento.

Juan Carlos Celorio dijo...

Me ha gustado, tanto la idea como el desarrollo y ese sorprendente final.
Buenas seis manos que vais a cambiar la forma en que mire los cuadros de ahora en adelante.
Besos, Natalí, amiga.

I. Robledo dijo...

¡Que barbaridad! ¡Que prodigio de imaginacion el que has volcado en el relato!

Felicidades, amiga, y un abrazo grande

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Una lágrima puede reinventar la mirada.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Acabo de comentarlo en lo de otra de las coautoras, así que sólo me limito a repetir que queda claro que ha sido una grata experiencia muy enriquecedora la que han compartido este jueves. Las felicito.

Un abrazo.

FIBO dijo...

Me has metido en tu relato hasta la médula...y ahora aqui,solo, acompañado con mis cópias de los desnudos de Cruz Herrera y Julio Romero de Torres,me ha entrado la congoja de estar invadiendo la intimidad de estas bellas mujeres que me hacen compañia, sin haber pensado antes de leerte,lo que ellas estaran pensando de mí...¿ahora que hago? ¿las tapos? ¿las llevo al desvan? menudo dilema...y pensar que han sido testigo de escenas de sofas eróticas, sin darme cuenta de lo que habran sufrido...les pediré perdon y no volveré a mancillar sus preciosos ojos con mis desvarios y promiscuidades...gracias amiga Natalia por ponerme en antecedente y un besote...continua con tu caminar de Damasco a jerusalen...

Nusa dijo...

Natalí, linda, ¡muaksss!

Princesa115 dijo...

Muy original e interesante Natalia. Me gustó el desarrollo y el final colosal.
Otra manera de mirar las obras de arte...tienen vida propia.

Un beso

Manuel dijo...

Natalí-Primavera- V.Nas
Rizando el rizo, que buena visión de lo que pensarian tantas grandes obras tan admiradas. ¿si pudieran, llorarian de impotencia? Pobre Gioconda condenada a ser admirada......
Besos a las tres !!!!!!!!

Primavera dijo...

Lo malo es que muchos no han introducido enlace que nos lleve directos a su blogs...y eso lo dificulta....
Fue un placer trabajar en equipo contigo, aunque mi despite casi os da infarto a las dos..ja ja ja menos mal que se pudo solucionar y aqui quedo tan maravillosa obra.
Gracias por permitirme hacerlo con vosotras.
Primavera

Alfredo dijo...

Os ha quedado la mar de chulo.

Un abrazo!!

V.Nas dijo...

¡Bueeeenooooooo! Como que me vengo aquí a leer los comentarios.
¡Qué gustazo amigas esta experiencia de vuestra mano!
Repetimos cuando queráis
Aplausos para vosotras Natalí, Primavera... Sois estupendas.

Matices dijo...

Que bonita manera de hacer vibrar de sensaciones a una obra, de darle vida, sentimientos... Me queda una sensación, ¿esa lágrima, en pequeña esencia, sería el alma de la obra?

Felicidades a las tres, es un relato impresionante...

Besos

Susana Peiró dijo...

Ave Natàlia Tàrraco! Los dioses te han prodigado una poderosa y exquisita imaginación! ¿O acaso has descubierto qué hay detrás de la enigmática mirada de las caras renacentistas? Presumo que esta Mujer, la de los labios frambuesa y ojos azul Prusia, te confesó sus secretos. Ella sabía que sólo alguien con mucha sensibilidad, podía entenderla.
Enorme placer leerte. Un fuerte abrazo para Vos!

Un Caracol Acelerado dijo...

¡Qué bien! No sabía que escribir a tres manos podía ser tan gratificante y mostrar relatos tan hemosos. Ha sido un placer leeros, de verdad.

Besines

Eva Magallanes dijo...

¡Muy original!... que mejor que el mundo de la pintura para observar y describir y detallar un rostro; la historia es atractiva, ya es atractivo ese submundo de la copia y me ha llegado la desaparición de la cara como metáfora de la copia que usurpa. Siento que hay un relato muy potente aquí que quizás podría desarrollarse con m{as largo aliento, más allá del "juevero". También me parece una experiencia linda eso de escribir a 4 manos. Mis gratitud siempre por tu cercanía a mi blog, a mi, en definitiva.
¿Tienes face Natália?
Mi cariño para ti!

Unknown dijo...

acababa de comentar yo y se me borró todo, ni idea que toqué...bueno, en breve decía que me había gustado la cantidad de manos que escribieron este cuento, felicitaciones, está excelente... uno de los más originales... la descripcion es fabulosa! un beso!

maruja dijo...

Un poético y melancólico texto, que querida Nátali, no me cuadra con esas manos escalofriantes de la ilustración.¡Cual es el significado?
Ya veo que no te vas del todo.Petunets

Any dijo...

Un trío de genias, me encantó la historia! Mientras leia pensaba que es una idea buenísima para llevarla al cine, con los efectos especiales de hoy en día quedaría fantástica.
Chapeau para este trío que contó una historia llena de imaginación. Apostaría a que el comienzo es de Natalí y el final de Primavera, a Nas la conozco un poquito menos y se han ensamblado perfectamente las palabras ..., en fin, que les quedó estupendo chicas!
Un beso a las tres

Inma Brujis dijo...

¡¡¡vaya manera de compenetraros!!! os ha quedado perfecto.
Un beso a las tres

San dijo...

Seis manos a una ¿quien da más? un relato maestro como estas tres maestras. Felicidades a las tres en una sola. Y esa cara pobre, con esa lagrima!alli en su cuadro enmarcada.
Besos a este trio.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Natalia, que compenetración entre las tres, mira que entre dos es dificil pues entre tres no te digo. ¡Ay esa figura que quería ser humana y que al final desea volver al lienzo!. Muy buenas las descripciones
Natalia ya te contaré lo de la vilapoética y buscaré lo que has publicado.
Un beso guapa

CARMEN ANDÚJAR dijo...

¡Ah, otra cosa! Está muy bien la foto de todo el personal que os reunísteis. He visto el video de Manuel, estáis todos muy bien. Me alegro que todo fuera tan bien.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Alguien me ha tomado en un retrato y luego, de modo sorpresivo yo le decía, ¡haz con ello lo que quieras...!
Haber migrado de destino habría podido haber sido ese motivo de mucho de los retratados.
Sería entonces el espacio de esas salas de museo, un lugar de paso unicamnete.
Y estar plasmardo en lienzo o tabla o
en un papel, algo tan solo transitorio.
¡Cómo interpretar si no esa lárgrima sino como expresión de la perpetua rebeldía!

Píntame, pues, retrárame, escúlpeme, fotografíame o incluso descríbeme con tus palabras.
La mitad de eso que somos, ha sido constituída por mor de un interés de una mirada ajena.
¡Soy entonces porque tú me has concebido!

Enhorabuena por esta entrada realizada a tres.
Mantiene un rumbo. Yo, porlo demás, no me atrevía, no me séntí capáz de haber hecho tal cosa.

Tésalo

Medea dijo...

Natalí, Primavera, Mariví (si suena bien el tríptico y todo)Mariví, Primavera, Natalí (igual de bien jeje)Primavera Natalí Mariví, sonáis genial trío. Me ha encantado vuestra obra, os habéis compenetrado y escrito como diosas. Tierna historia desde el deseo preso en un lienzo, amargas lágrimas de frustración al no poder vivir un tiempo que no es el suyo, al no poder seducir, besar acariciar o amar teniendo como única recompensa la caricia de un pincel seco en cada uno de sus rasgos, de sus curvas encorsetadas.
Me parece sinceramente muy difícil lo que habéis conseguido mostrarnos en este a seis manos. Con mis otras dos os brindo aplausos, aplausos y aplausos

IRLANDA dijo...

Y aqui me encuentro un relato no a 4 manos, si no a 6, pero no os estaís dando cuenta que sois todos geniales?, que la unión de jueveros, esta dando frutos de amistad y arte?, si ya sé que lo sabeís, pero dejarme que yo os lo diga. A cada relato que leo , mi admiración hacia vosotros es más grande.

Y sobre este relato deciros, que es un relato de amor tambien entre el arte del pintor y sus pinceles y la obra ya creada, toda obra tiene alma, y vosotras lo habeís reflejado, cuando veo pinturas o fotografias o leo un poema o un relato, se que detrás del artista y de lo que quiere comunicar, también hay algo bello, lo que la propia obra nos dice a cada uno de nosotros.

Petonets a las tressssssss.

P.D. Natalí espero verte pronto.

Anónimo dijo...

Wow!! Que fantástico relato! Me encantó! No conocía esta faceta tuya, sin dudas sos una grande escribiendo y con una imaginación realmente envidiable, mi querida amiga! Lo disfruté muchísimo! Gracias por este rato de buena lectura.

BESOTES HERMOSA Y BUEN FINDE!!

Mamaceci dijo...

Natalí, Primavera, Mariví, felicitaciones de todo corazón a las tres. El relato es magnífico. pleno de una imaginación profusa, generoso en descripciones e imagenes. Me ha provocado una gran ternura esta visión, este latido y pulso vital con que Uds tres escritoras han dotado a esa matrona, Florentina era? Un lienzo bajo el cual laten las pasiones, los deseos y hasta envidias. Es terriblemente conmovedor. "estar al oleo" como decimos por aquí. Significa que estas pintado. (tu cara sin gesto alguno, nada dice y tu opinión no es tenida en cuenta) Y cuando pienso en eso es triste de verdad. Estar condenada a observar desde su enmarcado a la gente de los siglos.
maravilloso relato, denota la sensibilidad de las autoras.
Besos chicas

María José Moreno dijo...

Desde luego es que las que valen valen y lo demas son tonterias. Ni a seis manos os parais en menudeces y nos traeis un excelente relato en el que se mezcla la intriga, con la ternura con la fantasia y con la cruda realidad. Os alabo y os felicito, si ya es dificil con dos con tres mucho mas.
besos para el trio y como decis, corto y copio.

Myriam dijo...

¡Qué triste!

Alfredo dijo...

"Sácame de esta tela y, llévame contigo"
Una espera de 500 años han merecido la pena para sentir desde el fondo de la pincelada que dejó el autor.

Brillante recorrido por los sentimientos de una cara que quiere serlo de verdad.

Me imagino la dificultad para tri-escribir y el acierto para redactar sin altibajos.

Besos

elena clásica dijo...

Querida Natalí:

Qué íntima comunción de almas. Están haciendo el amor ese copista y la mujer del cuadro, a través de los pinceles se comunica la unión, a modo de leit-motiv. Me encanta la confesión de ella, de su vulnerabilidad, de sus dolores profundos ante su exhibición, su indefensión ante la contemplación a la que considera impúdida, la parece incluso que sus tonos se encienden al rojo vivo.

No es de extrañar que cuando el copista desaparece, ella caiga en una melancolía profunda hasta desfigurarse su rostro, ¿cómo no? Hasta desaparecer por completo, milagros del arte.

El arte y el amor en íntima comunión y los pinceles vuelven a aparecer como leit-motiv. ¿Habrase visto un amor más intenso que el de estos dos personajes? Parece un texto de Ovidio, en el que deba aparecer un dios o diosa que se compadeciera de la mujer, como si de Venus con Pigmalion se tratara.

Me ha parecido un cuento maravilloso, no dejaré de mirar las pinturas de otro modo, quién sabe lo que observan los personajes... ni de amar.

Un gran abrazo, querida Natalí.

Celia Álvarez Fresno dijo...

Un planteamiento a seis manos que no tiene desperdicio.
Esas miradas solas, que no lo están; esos cuadros colgados en la pared, sin aparente vida, que cobran presencia´, es algo sorprendente.
Muy buenas manos y mejor cabeza la vuestra.
Besinos

Nieves Hidalgo dijo...

Su algo admiro de ti (además de tu forma de escribir, de tu forma inmejorable de contarnos las cosas), es tu originalidad.
Este relato es precioso. Te aseguro que desde ahora, cuando mire un cuadro, voy a veerlo desde otro prisma.
Gracias, amiga, siempre es un lujo leerte.

Mil besos

Un par de neuronas... dijo...

Natalí, Primavera y Mariví, chicas, enhorabuena!
la relación entre lo que somos, lo que de nosotros ven y lo que de nosotros representan hay un abismo. Muy triste.

Tres besitos.

Mar Cano Montil dijo...

Hola, Natalita :)

He de confesarte que, al principio, no me podía concentrar en esta preciosa historia, se me iban los ojos al encuentro bloguero, las fotos y... he acabado en el blog de Maat, jejeje, viendo el video... Jo, qué chuli ese encuentro, me da envidieja (sana, ¿eh? :) Seguro que lo pasastéis de fábula. Oye, el próximo que hagáis en Madrid, ¡me apuntooo!

Me ha gustado mucho este relato, galleguiña. He sentido la impotencia y la asfixia de no poder moverse, amar, besar... por estar contenida en un lienzo. Me gustan mucho tus descripciones; casi podía ver al aprendiz de "Durero", tan guapo, y esa luz cenital colándose por todos los recovecos de la estancia suspendida en el tiempo y en los marcos...

Espero que ya estés mejor de esa afonía y por cierto, ¿tú dices burradas? ¡no te imagino yo "imaginar", jejeje!

Besotes, bonita.

Mar Cano Montil dijo...

Jope, soy más despistada que un pulpo en el metro :) O sea ¿qué el relato es a tres plumas o seis manos?

pues os felicito a las tressssss...

Primavera dijo...

Te deseo todo lo mejor y aqui estaremos como siempre esperando a una de la jueverassssssss
Besitos
Primavera

Susana Peiró dijo...

Te voy a extrañar, encantadora Escritora y especial Mujer. No sólo te disfrutamos aquí, también son necesarias tus letras en nuestros espacios, las precisas observaciones, el cariño, la profunda humanidad, esa sensibilidad que no pierde detalle.

Y te voy a esperar, en la Pausa. Mis mejores deseos para tu libro Querida Amiga. Un abrazo de lo más fuerte y con mucho cariño.