13 de octubre de 2011

Este jueves relato: VOCES

La voz de aquella Ninfa de los bosques acariciaba los oídos de la esposa divina.
De este modo, fascinada por sus cánticos y leyendas, Hera permanecía absorta, tendida sobre mullidos prados, mientras su marido Zeus, convertido en sensual cazador furtivo, exploraba selvas, manantiales y florestas, carnes, suspiros y alientos.

Nada se mantiene secreto en el Olimpo y alguna diosa, algún dios o sátiro, fauno o Musa, alertó a la confiada Hera sobre el encantamiento que la excelsa voz de la Ninfa operaba en sus sentidos, con la finalidad de encubrir las andanzas de su infiel marido.
La cólera cuando es divina suele resultar especialmente sofisticada.
Si la voz era el don incomparable de aquella Ninfa, la diosa encontraría el castigo a su medida.
__Niña, te complace la música que fluye de tu garganta. Sea, no te quedarás muda. Sin embargo, únicamente las dos últimas palabras que escuches saldrán de tu boca repetidas, ningún otro vocablo. Llamarán Eco a tu voz, así te llamas. Apártate en las cuevas y bosques del monte Helicón, donde naciste, lejos de mi mirada. Allí languidecerás, porque cuando veas al más bello muchacho, el indiferente y vanidoso Narciso, te enamorarás de él hasta la locura pero no conseguirás su amor.
__Su amor..su amor-repetía Eco.
__Ni un beso-sentenciaba Hera.
__Un beso, un beso, un beso...
La continuación del mito de Eco consta abajo explicado a través de la voz de Christina Rosenvinge._________________

Pintura: Alexandre Cabanel- Pintura del vídeo: John William Waterhouse

Se escuchan más voces donde Gus: http://callejamoran.blogspot.com/
Voces más allá del océano donde Yonky:  http://yonky-detodocomoenbotica.blogspot.com/

33 comentarios:

Verónica dijo...

La cólera de las divinidades griegas, sobre todo la de Apolo, era bastante poco sofisticada, mandaba la peste a los desafortunados que cruzaban el ybris o le lanzaba un "dardo certero" al desgraciado que no le daba la razón!

Bienvenida de tu descanso o es una pequeña pausa para la publicidad???

Besito, templà i policromà, fins aviat!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hay voces que uno lleva siempre dentro...
Besos.

María José Moreno dijo...

jajja veo que te tomaste poco tiempo...esto de los jueves engancha muchisimo ^-^
Y vuelves con este bello mito de Eco magnificamente relatado como es habitual en ti, con la magia que saber darle a tus palabras.
Besitos de reencuentro

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Qué grata manera de conocer la leyenda, Natalia. Eso de resaltar la sofisticación de los castigos infringidos por la cólera divina me encantó! jejejee.Alguna vez leí sobre el mito de esta Ninfa y su enamoramiento con Narciso, pero lo tenía olvidado.
Muchas gracias por rescatarlo.

Un abrazo fuerte.

Leonor dijo...

Preciosa leyenda y atractiva forma de relatarla. Y gracias por deleitarnos con la voz de Chistina
Rosenvinge. Un beso.

Any dijo...

Bien hecho! se lo tenía merecido por Ninfa traidora y metiche, que tenía que andar encubriendo al desgraciado de Zeus???
No conocía la leyenda del nacimiento del Eco, pocas veces he tenido la oportunidad de comprobar este fenómeno. Recuerdo si que me encantó y me quedé no se cuanto tiempo gritando cosas y escuchando esa mágica repetición hasta el infinito.
Como siempre que paso por aqui, aprendo algo y me llevo alguna historia relatada con el estilo natalino que me encanta.
Un beso sirena, sirena, sirena ...

Juan Carlos Celorio dijo...

Me ha encantado, historia, enfoque, narración.
Pobre ninfa, eterna condena y además relegada a precipiocios, cuevas, etc.
Besos, querida amiga.

San dijo...

Esta historia amiga Natalia la voy a continuar, me ha encantado realmente, esa Ninfa hecha eco castigado, y es que lo cuentas de tal manera que una se emboba leyendo.
Muchos besitos.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Pobre Ninfa. Los dioses cuando se enfadan no tienen piedad y sobre todo si tienen celos.
Instructivo relato.
Un beso

Mamaceci dijo...

¡Me gustó muchísimo la canción!, pobre niña loca, el muchacho prefería morir a darle un beso.
Hermoso enfoque a esto de las voces, no podían faltar, las que traes en tu cuenco vienen sazonadas de magia.
Un gran abrazo natalí

rodolfo dijo...

me encanta John William Waterhouse, plasmó el terrible castigo de Eco. Nos traes Natalí el patio del Olimpo con sus miserias que les convierte en más humanos que dioses, El mito escogido es idóneo.

Alfredo dijo...

Los dioses siempre fastidiando a los mortales. Cachis la mar. Gracias por dejar la voz de Cristina Rosenvinge a la que hacía ya mucho tiempo que no escuchaba.

Un abrazo!!

Inma Brujis dijo...

Jo, que penita me ha dado la ninfa...Ahora siempre que escuche al eco me acordaré de ella...
Besosssss

Unknown dijo...

me encantó. ¿me quedo corto con el comentario? bueno .... vale.... me encantooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!

jajaja! genia! un besito! buen fin de semana!

Anónimo dijo...

La voz como poderosa arma de seducción y encantamiento. Hoy en día son algo menos mitológicos, más prosaicos, pero igualmente efectivos. Hay agencias que se encargan de prepararte coartadas para las infidelidades.
Tu magnífico relato nos trae el origen del Eco de una forma entrañable convirtiendo a los dioses del Olimpo en seres que se dejan llevar por emociones como la ira o la venganza típicamente humanas.
Un abrazo.

casss dijo...

Lástima que algunos humanos hayan heredado de los dioses esas cualidades sofisticadas. A veces parecería un síntoma de inteligencia, para mi no es más que el reflejo de la propia frustración de la que hasta los seres más divinos también son víctimas. Tú lo has contado mucho mejor.

besos, amable e ingeniosa Natalí.

Lupe dijo...

Pues fíjate Natalí, yo me he quedado con la imagen de Hera, absorta, tendida sobre mullidos prados...¡Que delicia!

Para mi, leerte, es como asistir a clase. Y me encanta aprender.

Un abrazo.

Maat

Mamaceci dijo...

Natalí: vi que seguis con problemas para comentar en algunos blogs donde no tienen la opcion anonimo. A mi tambien me pasaba, pero encontré la solución: elegí cuenta google y luego cuando te manda al cuadro de acceso, sacale el tilde al casillerito donde dice "no cerrar sesión", luego todo igual: tu nombre de usuario, contraseña y seguro que te saldrá el perfil como debe ser. Probá
Besito

rosa_desastre dijo...

Siempre me ha fascinado el eco y hasta hoy no supe de donde venía. Esta noche me quedaria en vela si me siguieras contando historias tan hermosas... que dulzura de cancion.
Un beso, maestra.

Sindel Avefénix dijo...

No conocía esta leyenda, me encantó!!! Todos los días se aprende algo nuevo dicen, bueno te agradezco que hoy lo que aprendí haya sido de tu mano.
Un beso.

Alfredo dijo...

Encantadora historia, con encanto incluido, incluido, incluido.

Eco, fiel compañero, que te devuelve tu voz sin cambiarte una coma, una coma, una coma.

Nos vemos, nos vemos, nos vemos.

Manuel dijo...

Fantastica forma de contar una leyenda y hacer que el lector se quede con ganas de conocer más del Olimpo de los Dioses.
Por cierto que el Olimpo a veces debia parecer una corrala llena de cotilleos y voces intencionadas.
Curiosa desde luego la utilización de las voces por las distintas culturas como forma de indicar el rumbo a los simples mortales.
Un beso... eso... eso....eso

Susana Peiró dijo...

Ave Mi Querida Escritora! Un trabajazo, “Voces” nos trae el recuerdo de esos inefables dioses, tan humanos como cualquier hijo de vecino, con sus mismas miserias y virtudes, y el mito…repetido y pulido por generaciones. Voces de un pasado dominado por la cosmogonía, un Zeus exhibiendo su erotismo desaforado y una implacable Hera, siempre marcando territorio. Esa “continuación” en la voz de Christina Rosenvinge, la músicaaaa, las pinturas, qué placerrrrrrrr!!!!!
Hemos estado casi-casi en la misma sintonía. Entre la gripe y fiebre de estos días (y la necesidad de guardar cama sí o sí) estuve con la nariz metida en los poemas de la Edda poética de Snorri Sturluson, hay unos personajes femeninos muy bellos en la mitología escandinava, he comenzado a trabajar con ellos, algo saldrá espero y aún más, espero compartirlos con Vos, tremenda, exquisita interlocutora!
También quiero agradecerte (siempre quiero agradecerte) Mujer haciendo historia, tu mirada sobre nuestro último personaje, tu comentario es en sí mismo, un artículo, tan pleno de ideas y pensamientos, tan profundo. Muchas Gracias guapa mía! Sigo intentando recuperarme y de momento lejos del ordenador. ¿Vos? Siempre en mi corazón! Abrazo Querida Amiga!

Rochies dijo...

Muy bueno, Natali.
Cada vez que leo algún mito, me pregunto como podré hacer para completar la historia.
¿La cosmogonía la has leído? admiro mucho a aquellos que los conocen, los tienen presentes y además los saben transmitir. Un abrazo

David Cotos dijo...

asu que voz,fue algo cariñoso y melódico a mi oído, además de la historia que va contando.

Anónimo dijo...

Natalia

Gracias por pasar por mi blog, pensè que todavìa estabas de vacaciones o seguìas en una especie de alejamiento temporario de este lugar.
Una suerte poder leerte, hermoso relato y tu forma muy especial, creo que todos los que escriben acà son admirados escritores por mi.
Seguirè pasando.

Te mando un abrazo.

Atalanta dijo...

Si yo fuera diosa, cuanto castigo iba a dar…jajajaaj!!!!!

Besos divinos

Pepi dijo...

Me encanta la mitología, y más con tu toque personal, siempre es agradable recordar estas lindas leyendas, o no tan lindas, a la ninfa no creo que le gustase mucho. Un besito.

I. Robledo dijo...

Amiga, este Zeus siempre me ha parecido un pajaro de cuidado... Un buen pajaro...

Un abrazo fuerte

Anónimo dijo...

el eco de tu pupila es
la otra pupila
el eco de tu labio
es el rojo labio de arriba
el eco de tu corazón
tic tac
ese eco, está en el mío...
toma ya¡¡¡

Anónimo dijo...

Una de las cosas que me fascina de la mitología es que cada acto de soberbia o vanidad de los humanos, y de los propios dioses, tenía su contrapartida en un castigo que, como el propio eco, no cesaba de recordarles las razones de su condena, y al mismo tiempo advertían a los demás.
Un abrazo fuerte, que se repita, sin castigo, en el eco de tus montañas.

Susana Peiró dijo...

Esoooo, pochas al unísono! ¿una confabulación de las diosas? Natalìiiiii ¿es que hemos olvidado nuestras ofrendas a sus altares? Como fuere, también cuidate muchooooooo guapa mía, tenemos gran cantidad de tarea por delante!!! Apretadísisisisisisimo abrazo para Vos mi alma!

Auxi Gonzalce dijo...

Claro que sí. ¿Cómo no seguir los pasos que un juevero deja en mis playas?

Pobre Eco. ¿Cómo no la advirtieron de la furia de la celosa Hera? ¿O quizá no descubrió al promiscuo y desconsiderado Zeus escondido tras el disfraz? Me ha gustado tu poética y cruenta Hera, vengándose de la infidelidad de su marido con el pulso certero y frío de un cirujano... ¡Qué contraste!

Formidable, querida Natalia.