Este jueves !un relato!- PALABRAS MÁGICAS

En vez de frases hechas, frases recién hechas. Porque “abracadabra”... ¿qué queréis? está muy vista. En cursiva los engendros ilusorios.

“En un lugar de la Mácula iba el caballero Quedejota,  rectificante de torceduras, aquel de afligida postura, huesipincho, el despensado.
Iba, digo, con los cuartos traseros tundidos montando rocín pinticapotado, remilargo, ojijuntesco y perchienjuto.


De los internos de su barbera bacía testabruñida, sintió Quedejota un restallar de ocurrencia. Hora era de entrarle al intestino algo en que entretenerse dando vueltas y más curvas. Pensando en el trapo mojado de su barrigil, almiró, a lo lejos, cerca de Todobosco, una llenapanzas encalada y patinera bajo el cegaz astro llamado Lorenzo. Sudante en su vestido ferroso, advirtió que era venta huérfana de viseras salientosas do escurrir la figura. “¡Voto al Vulcaniano sacafuegos y viva Merlín!” se autoparloteó.
Presto, cinco falanges se alzaron hasta su tejado pensil para salvear a una doncebella, la cual venía agitando palas como fábrica harinera, y por no llamarla Macarena o Montserratina-partera sin varonil trato- incurriendo por ello en blasfemamaría, calló la bocina.
Soltó el verbo la toscamoza:
 __ Aquella que me echó fuera de la caverna titúlame Mentecata Membrillos. Aún desconozco lo que, entre sus dos aguantes, tiene todo peludo que se afeita, más, cabalguero, dale ojos al cerebro y no me tomes por simplemema.
Enseñó el hidalgo los que muerden, alargó los pliegues rosados y ella, la Membrillos, muequipilla, gatunamelosa, chispeó el trasero y juntó las que rezan, aceptando el iluminado rictus del hijodalgo, a golpe de pestañil y feminoso aleteo.
Quedó el caballero piesandante, al acto ferido del músculo infatigable, pues su discurridor le pintó una superlativa venusiana do existía alpargata espartana. De esta tesis alumno, se le huyó el seso, marchando tras la rapazpajariña para romper las ayunas del quejatripas ignorante de galanturrientas cuitas.


La canción cigarrera arreciaba en el cuadrado solano, y en el ombligo arenoso, plantado cual temerario olivo, se hallaba un panzarrudo piernibreve que así palabreó:
__ !Oh! bienquisto cabalcante, Quedejota, llévame como servitodo a tus celebrosas venturas, que monto larguiorejas Rucionero y ansío ilustrar mi noletra viendo mundianales pasmorosas. Ventrón me llaman, San Ancho por ancho.
De ésta nonvista juntura, quedó el apareaje. Vozdichas sus famas, desde la plana Mácula a la CondalBarna marinosa.

De Quedejota y Ventrónancho, de la Membrillos rusticafrodita, hasta el hoynuestro, dánoslepico nuevas de sus malaventuradas loquerías, aluego escrituradas por el sinmano Miguel, nato en las castillosas llanadas”
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¿Seré perdonada algún día por tamaña desfachatez? ¡Pardiez!
Ilustración: Antonio Saura para el Quijote.
Más mágicas las palabras en GUS: http://callejamoran.blogspot.com/